Analisis teórico del género audiovisual Booktrailer

10.08.2014 13:44

El Booktrailer

 

Sólo las personas superficiales no juzgan por las apariencias. El misterio del mundo es lo visible, no lo invisible. Oscar Wilde, en una carta. (S. Sontag, Contra la interpretación)
 

 

 

Algunas definiciones y antecedentes

 

Un booktrailer (en español "trailer de libro" o "libro trailer") es una herramienta de promoción de libros que utiliza técnicas audiovisuales, cinematográficas y publicitarias para presentar la atmósfera de un libro sin entrar en su argumento, de manera que capte el interés del lector y éste quiera compartir, comentar, saber más del libro y del autor y, sobre todo, quiera comprarlo y leerlo.

Hay diferentes maneras de llamar a estos vídeos sobre libros que corren por Internet: book teaser, book trailer, libro trailer, book movie, video spot, etc. El fenómeno del book trailer tiene su origen en Estados Unidos y se ha convertido en un formato muy utilizado para la promoción del libro en internet, las redes sociales y los dispositivos móviles

Un book trailer efectivo debe reunir estas 5 características:

1. Pensar y definir bien los objetivos. Debemos hacernos varias preguntas: ¿A quién va dirigido? ¿Qué se quiere transmitir? ¿Qué impacto queremos conseguir en el lector? ¿Qué medidas usaremos para saber los resultados?

2. Hacer una producción de calidad. 2 de cada 3 usuarios de internet tienen una opinión negativa o muy negativa de un producto si se les presenta a través de un vídeo de poca calidad. Por lo tanto es importante hacer una buena producción, un buen guión, unos textos cuidados, unos actores adecuados y un ritmo de spot publicitario para que quien lo visione quiera saber más del libro y, sobre todo, comprarlo.

3. Formato adecuado al canal Internet. Que sea positivo, que impacte, que no entre en el argumento del libro, sino sólo en su atmósfera, que se preste a ser compartido y que dure como máximo 1 minuto o 1 minuto y medio.

4. Distribuirlo de manera extensiva. Además de hacerlo en bookmovies.tv y en los canales propios de la editorial en internet, hay que mover este contenido en las redes sociales, portales de vídeo, clubes de lectura, tiendas online, de manera que llegue al máximo de lectores posible.

5. Fomentar la participación del lector. A partir del vídeo, facilitar y animar a los lectores a que lo comenten, lo compartan, lo recomienden ... de modo que se conviertan en un agente activo de la propia promoción del libro.

 

 

 

https://www.soitu.es/soitu/2008/04/08/tendencias/1207666113_282689.html

 

El Booktrailer como hipertexto

 

 

Desde el aspecto hipertextual que el booktrailer manifiesta, su construcción tiene también que ver con lo multimedial, y en muchos casos ésto es correcto, donde el hipertexto es una estructura de información organizada en red mediante una serie de nodos interconectados, a través de los cuales es posible vincular distintas partes de esta estructura. En este sentido, el hipertexto –palabra que encuentra su origen en los estudios pioneros sobre la textualidad y las relaciones posibles entre distintos discursos: hipotexto, architexto, intertexto, etc.– supone necesariamente un abordaje no lineal, sino más bien signado por bifurcaciones, saltos, retrocesos, etc.; y lleva al extremo los planteos de las teorías de la recepción que piensan en el lector como constructor activo del sentido. Básicamente, esta es la estructura de la Web o red de redes: Un booktrailer es un hipertexto y presenta con imágenes, sonido y texto, una reseña que estimula la lectura de un texto. A su vez, en respuesta a los requerimientos de una producción científica e intelectual cada vez más abundante y diversificada, las publicaciones especializadas deben brindar la mayor cantidad de información posible en la menor cantidad de espacio. Es así como proliferan los sistemas de codificación, clasificación, organización y jerarquización de datos, de referencias y de representación gráfica de la información en el interior de este tipo de libros y publicaciones. Este aspecto, que hace al carácter de mercancía simbólica de estas publicaciones, se aprecia sobre todo en artículos científicos, tratados e informes de investigación, en los que tanto la gráfica como la abundante red de referencias intertextuales que pueden apreciarse en las bibliografías constituyen un argumento ineludible en el mercado simbólico en el que se inscriben .

 

 

 

La alianza entre texto e imagen siempre resultó efectiva dentro de la producción editorial; el epígrafe y la fotografía resulta el ejemplo mas adecuado para demostrar la efectividad de esta alianza; es que lejos de excluirse, ambos elementos operan en una clara relación dialéctica. Las nuevas tecnologías multimediales colaboraron con esta alianza entre los audiovisual y lo discursivo, entendiendo lo discursivo como las practicas que operan sobre el texto que, para la comunicación social, implica la nueva construcción de significados por parte de los actores que intervienen en el proceso de socialización y que permiten por lo tanto, nuevas lecturas posibles.

Los hábitos de lectura están cambiando, una de las causas posibles de este cambio es la irrupción de las nuevas tecnologías; pero esta irrupción no debe considerarse una amenaza; es necesario dar cuenta de los procesos que contribuyen a construir significados y como los nuevos lectores interpretan estas nuevas construcciones. El booktrailer es una resignificación de una conocida práctica grupal: la lectura que el autor hacía originariamente en librerías o salones de lectura. Esta práctica que estaba claramente orientada a la socialización del texto, fue resignificada mediante nuevas aplicaciones audiovisuales, alcanzando asi una nueva forma de representar simbólicamente aquella práctica originaria, que era la lectura del texto en público, como forma de darlo a conocer y promocionarlo, pero también, como forma de conocer una respuesta inmediata por parte del público lector.

 

 

El Booktrailer como paratexto

 

 

Si bien el paratexto no es privativo del material impreso, es allí donde se manifiesta en todo su esplendor, afirma Maite Alvarado,  Por una parte, porque con las nuevas tecnologías se multiplican los recursos destinados a facilitar la lectura. Por otra, porque los textos impresos, por lo general, van destinados a un receptor plural -a un público lector- y a un mercado. La mayoría de los textos impresos -no todos, desde luego- son, además, mercancías, y, para competir en el mercado específico, requieren de un aparato paratextual cada vez más sofisticado; ¿Y que es un Booktrailer sino la evolución de un dispositivo impreso transpuesto a otro formato? Proliferan, entonces, en el caso de los libros, fundas, bandas, tapas de colores llamativos, destinadas a captar la atención del lector con un mensaje corto y directo, que se añade al más clásico de solapas y contratapas. Los medios de prensa, por su parte, compiten en el diseño de sus tapas y en la ingeniosidad de sus titulares y copetes que anticipan el contenido de las notas. La anticipación del contenido es clave, allí opera la seducción sobre el lector.
Rito de iniciación del texto que ingresa a la vida pública, el paratexto se define como un aparato montado en función de la recepción (Genette, 1987). Umbral del texto, primer contacto del lector con el material impreso, el paratexto es un instructivo, una guía de lectura. En este sentido, los géneros escritos cuentan entre sus marcas aspectos paratextuales que permiten anticipar, en cierta medida, el carácter de la información y la modalidad que esta asumirá en el texto. Esto es particularmente evidente en el caso de la prensa, donde la sola presencia de un recuadro rodeando un texto firmado indica que se trata de una opinión sobre los sucesos referidos en la página; pero también los géneros literarios, científicos o de divulgación ofrecen al lector, desde su formato, elementos de reconocimiento y la oportunidad de formular primeras hipótesis sobre el contenido del texto, que la lectura, a posteriori, confirmará o refutará. Una ojeada rápida a una mesa de librería, sin ir más lejos, permite discriminar, a partir del diseño de tapa, literatura, ciencia, ensayo, libros técnicos, de auto-ayuda, etc.

 

Nueva estética

 

Una de las ventajas que el Booktrailer propone como dispositivo audiovisual, es justamente, su referencia a algo mas, a otra construcción de significados que le da origen, es decir, al objeto libro. Si Francois Jost va a afirmar que el cine recrea lo banal desde sus mismos inicios (afirmación un tanto temeraria, debemos decir), el booktrailer escapa a la banalidad en cuanto permite una mirada sobre algo que se supone mas duradero: un texto que permite relecturas y reinterpretaciones. Desde ya que “lo banal” es una calificación demasiado amplia y que siempre existirán objetos banales, mas allá del discurso cinematográfico. Pero, como elaboración estética, el libro y su resignificación en otro formato permiten generar una retroalimentación que el cine también genera cuando esta basado en novelas o cuentos. La imagen y la palabra no están en conflicto, mas allá del impostado conflicto que Jost presenta; ellas se encuentran y se resignifican permanentemente, a veces, con resultados banales, otras veces, no.

Roland Barthes ve en la fotografía y su epígrafe una adecuada síntesis entre el signo y el símbolo, signo porque ambos representan una marca visual que indica una dirección, la dirección que lleva al significado. Y símbolo en cuanto representa la polifonía de un discurso preexistente y que se puede abordar su significado desde muchos lugares posibles: con esta nueva dualidad amplificada entre el texto y el discurso audiovisual, la construcción del relato resulta mas potente, es decir, si como lector me encuentro interesado en conocer un libro determinado, el producto audiovisual me seduce en tanto la dialéctica signo y símbolo opera sin contradicciones, prometiendo una gratificación que como espectador ansió toda vez que me dejo guiar por el paratexto hacia el texto en si.

Ocurre, sin embargo, que el booktrailer debe demorar el conflicto que el texto en el que se basa propone. La ficción no hace sino, según Paúl Ricoeur, amplificar mediante el encuadre un conflicto dado, y mostrarlo al lector/espectador, como si fuera la primera vez. La intención del Booktrailer en su estadio promocional es, justamente, demorar la catarsis que la obra de ficción propone. Cabe aclarar que la ficción para Ricoeur no implica un solo género, por caso novela histórica, para él la ficción implica todo aquello que se pueda representar, y a lo largo de este breve ensayo esa es la función estética que se le atribuye a la ficción, lo representado, lo fragmentado mediante un encuadre, lo relacionado con los actantes (protagonistas mediante la acción que logran para que la historia avance) que hacen al desarrollo de la obra (Barthes, 1965) mediante la acción, y lo evolucionado desde allí en función del tiempo, es decir, como la obra llega a la catarsis. Entonces, el booktrailer interrumpe la acción y se la devuelve al texto, para que continúe con el proceso que Ricoeur describe. Jost dirá que los medios de comunicación ocultan mediante la amplificación de los rasgos excepcionales, el estado real de una situación dada, y en esto coincide con Ricoeur, ya que lo que los medios producen es una ficción verosímil, mediante un encuadre dado. Para que la estética de un booktrailer sea lograda, debe representar el conflicto que el texto original contiene, pero demorar su resolución al máximo, transformándose así en la exégesis audiovisual del paratexto.

No es nuestra intención teorizar sobre la estética de este medio promocional, pero podemos afirmar que a corto plazo, el booktrailer ya afianzado como genero podría ser muy efectivo para aquellos lectores considerados de nicho que deseen acceder a la representación audiovisual de un texto que ya hubiesen leído, o una entrega en capítulos o serie, basada en un libro determinado: algo así como la producción de booktrailers a pedido. De esta forma, y según los autores posmodernos afirman, el autor no morirá, sino que su presencia se verá incluida en la elaboración del booktrailer, como actante, como nuevo agente que se resignifica y es incluido mas que nunca en la obra, en lugar de ser excluido. De esta forma, y tal como se indico lineas arriba, la biografía del autor también se complementa con la obra en si, construyendo una nueva representación mas verosímil y mas atractiva, contrariamente a lo que las posturas inmanentistas (Formalistas rusos, por caso), afirman, donde la obra se segmenta de todo su paratexto, y solo así, mediante esta exclusión forzada se accedería a su verdadero significado.

 

 

 

 

Una evolución posible

 

Dentro de los géneros que el producto audiovisual denominado Booktrailer presenta, podemos encontrar actualmente dos tipos bien definidos, uno, orientado al tipo documental (estos géneros nunca se encuentran en formas puras, siempre toman elementos prestados de otros géneros), donde el autor y demás agentes relacionados con el proceso editorial comentan la obra, donde el editor reflexiona sobre el proceso de creación del objeto libro. El otro, mas reciente, propone una síntesis breve de la idea principal del libro, lo que implica  transponer parte del texto original, seleccionar actores y locaciones, es decir, puesta en escena de una producción audiovisual. Es por esto que el booktrailer comienza a considerarse como género publicitario en si mismo, que resignifica una práctica social anterior, transformándola en una experiencia multimedial individual. Para que el Booktrailer se considere un genero en si mismo, independientemente del texto que refleja, deberá desarrollar un lenguaje propio y trascender la función promocional que hoy manifiesta. Y esto comienza a ocurrir: El proyecto editorial devenido documental “The shock doctrine”, escrito y producido por Naomi Klein y dirigido por Jonas Cuarón. Esta relación directa entre el autor y el director se encuentra facilitada por plataformas tales como You Tube y Facebook, que pueden homologarse por caso con una empresa dedicada a la distribución de productos culturales. De esta forma, es posible realizar una producción audiovisual disponiendo de una inversión menor: En este caso, no vemos la figura de una editorial o de una productora detrás del proyecto como agentes mediadores con el publico. El capital simbólico se adquiera también, tal como menciona Pierre Bourdieu, cuando los nuevos agentes conocen las reglas inmanentes al campo, de esta forma, un autor y un director de renombre producen cierto material y lo distribuyen mediante plataformas de libre acceso, consolidando su prestigio y logrando mayor llegada al publico.  De esta forma, al incluir la biografía y las opiniones de los autores, la obra audiovisual se presenta como una nueva construcción de significado, donde esperamos encontrar como publico marcas mas verosímiles de la realidad del autor, para lograr una mayor identificación con sus vivencias. El booktrailer resulta muy adecuado para la promoción de obras autobiográficas o de investigación periodística, donde la construcción audiovisual logra un impacto aun mayor al observar a los protagonistas de la misma, reforzando el viejo adagio que funda el sentido y el significado de la fotografía : “Esto ha ocurrido”.

 

 

 

Referencias bibliograficas

 

Roland Barthes, Revue d’Esthetique Nº 3, 1971

 

Barthes, Roland. La muerte del Autor. 18a ed. Buenos Aires: Siglo XXI,  1998. 142 p

Jost, Francois, El culto de lo banal. 1a ed. Buenos Aires: Libraria,  2012. 144 p

 

 

Barthes, Roland "De la obra al texto" [en línea]. Scribid. 9 mayo 1997 nº 371; https://es.scribd.com/doc/115069993/Barthes-Roland-De-La-Obra-Al-Texto [Consulta: 18 marzo 2014]

Alvarado, Maite "Paratexto" [en línea]. Lenguayfilosa. 11 de febrero de2010 nº1;https://lenguayfilosa.blogspot.com.ar/search/label/Maite%20Alvarado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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